Es hijo de Luisa Perusso y José Giraudo. Nació en Sunchales en 1943 y es el mayor de tres hermanos. En 1973 se casó con Graciela Montalbetti y tuvieron dos hijos: Diego y Silvana.

Luego de la primaria no pudo estudiar tornería en la Escuela Técnica y a los 13 años su padre le consiguió trabajo en la ferretería de Raviolo y Sola. Allí estuvo 23 años. «Empecé limpiando los escritorios y los pisos. También ayudé en el bazar. Después pasé a la atención al público. Me gustaban los bulones, los tornillos, las herramientas, y aprendí con el tiempo».

Durante seis años participó de la fabricación de carrozas que animaron carnavales y fiestas populares en la ciudad y la zona: «Con el Auto Trompo y el auspicio de cremas heladas SanCor fuimos hasta Mar del Plata. Había que trabajar mucho pero me gustaba y lo hacía con ganas. Daban premios a las mejores carrozas, eso era una motivación».

En 1979 junto a Juan Carlos Canavese abrieron «Ferretería Avenida”. Luego se mudaron a un local propio donde continuaron hasta la disolución de la sociedad. «Nos fue bien, estuvimos 15 años. La gente nos conocía de Raviolo y teníamos experiencia».

En 1994 Avelino decidió seguir solo por un nuevo camino en el rubro ferretero y así surgió «ElectroGir». «Al principio no fue fácil, tuve que empezar de nuevo. Pero despacito fuimos peleándola y acá estamos, gracias a la confianza de la gente».

Con trabajo y voluntad «ElectroGir» dio pasos firmes y seguros, guiados por la seriedad y responsabilidad de Avelino, quien supo transmitir esos valores a su hijo, un nieto y empleados, quienes continúan hoy con el negocio que él inició.

Luego de 64 años de actividad Avelino demuestra que la edad es sólo un número y expresa complacencia por todo lo vivido: «A pesar de los años me siento joven, aunque algunos huesos protestan un poco por el desgaste y el Penetrit no sirve para eso. Pienso que en la vida hay que trabajar y ser honesto. Estoy satisfecho con todo lo que hice. Si volviera a nacer haría todo igual otra vez».