Haydée Botto y Alberto Tolosa nacieron en Tacural, ella en 1941 y él en 1927.
Cuando Haydée era niña se mudó a Raquel con sus padres y un hermano menor. Su padre trabajó en un tambo y después tuvo una carnicería en la que trabajó Alberto. Ahí conoció a Haydée y se pusieron de novios.
Se casaron en Tacural en 1957 y luego en Raquel tuvieron tres hijos: Elder, Silvio y Marisa.
Alberto trabajó un tiempo en el molino harinero de Tacural, luego volvió a la carnicería de Raquel y desde 1971 trabajó con Haydée en una panadería del mismo pueblo.
Sin experiencia previa aprendieron el oficio de panadero, que después transmitieron a sus hijos. Así toda la familia participó activamente desde el inicio en el negocio.
Desde Raquel recorrían en volanta la zona llevando el pan a quienes vivían en el campo y en pueblos cercanos. Más adelante parte de la familia se instaló en Sunchales y recibía el pan hecho en Raquel para venderlo en comercios de la ciudad y despacharlo desde una casa del barrio Moreno.
Finalmente en 1982 el resto de la familia se mudó a Sunchales y compraron un terreno donde edificaron la casa, la cuadra (donde se produce el pan) y una habitación para el despacho. Así nació en 1988 «Panadería Moreno».
Alberto falleció al año siguiente, tenía 62 años. Su sueño era ver la panadería funcionando en ese lugar y pudo concretarlo antes de su partida.
En el negocio todavía se conserva la forma tradicional de hacer el pan y en la elaboración de los productos se utilizan materias primas orgánicas, sin químicos agregados. Todo se hace de forma casera y en familia, como en un principio, como siempre.
En la actualidad uno de los nietos de Haydée ha tomado la posta del oficio trabajando en la elaboración del pan, junto con su padre Silvio, su madre Marta y su tía Marisa. Cada uno tiene sus tareas y especialidades.
La tradición de los panaderos Tolosa sigue viva y su futuro promisorio se cimienta sobre las bases sólidas del trabajo, el sacrificio, la constancia y el amor por lo que se hace.
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