Nació en Sunchales en 1952. Estudió en el Colegio San José, donde se recibió de maestra.

Trabajó en diferentes lugares y en 1977, con la ayuda de su esposo Norberto, Inés abrió Travesuras, el primer negocio de la ciudad y la zona dedicado a la venta integral de artículos para bebés y niños.

Ubicado frente a la terminal de ómnibus, el comercio tuvo éxito pronto y a los 5 años se mudó a su local propio, donde continuaron sus días de gloria.

Se convirtió en un referente y líder del rubro a través de una cálida y esmerada atención por parte de Inés y sus empleadas, y productos de reconocida calidad, que incluían ropa, juguetes, muebles y rodados.

Travesuras fue creciendo junto con su clientela. Como una gran familia, las diferentes generaciones pasaron por su puerta: hijos y nietos de antiguos clientes seguían comprando y compartiendo historias vividas en todo ese tiempo.

En los días previos a Navidad, después de cerrar el negocio, Inés junto a su esposo y sus dos hijos preparaban los regalos elegidos por sus clientes, y el 24 de diciembre los repartían casa por casa en horarios previamente pactados. Un servicio exclusivo de Travesuras para que los niños no vieran los regalos antes de tiempo y conservar la magia del momento.

Fueron clásicos e inolvidables los desfiles organizados para presentar las novedades y la moda en indumentaria. También los hicieron con fines benéficos, para ayudar a instituciones locales y de la región.

En 2015, luego de 38 años de mucho trabajo y sacrificio, Inés abandonó el negocio.

Travesuras cerró, pero sigue todavía vivo en el recuerdo de muchos niños, jóvenes y adultos que de alguna forma fueron parte de su historia, como clientes o como integrantes de una ciudad que tuvo una época de esplendor comercial con sello e identidad local, con espíritu autóctono, generado con esfuerzo, pasión y compromiso por parte de quienes, como Inés, tuvieron la responsabilidad de construirlo día a día. Debemos reconocerlo, no olvidarlo y sentirnos orgullosos.