Leonardo Maccari

Nació en Sunchales en 1960. A los 10 años empezó a coleccionar etiquetas de cigarrillos y fotos de artistas que actuaban en los bailes del club Unión y Libertad.

Luego decidió conservar llaves antiguas que tenía su madre y que le llamaban la atención por su tamaño. «Soy de tirar poco, mi madre era de guardar, algo heredé de ella y de mi abuela», relata.

Así comenzó su proyecto de museo hace 35 años, en el patio de su casa. Recibió la colaboración de personas que, sabiendo de su interés por resguardar objetos del pasado, aportaron nuevos elementos a su colección. Hizo intercambios con otros coleccionistas y así fue creciendo hasta convertirse en lo que hoy se llama Museo «Tiempos idos».

El nombre es un homenaje a una chacarera que compuso el payador Lázaro Moreno, oriundo de Herrera, y que a Leonardo le trae hermosos recuerdos de su madre, nacida en ese lugar, de su niñez y de sus raíces santiagueñas.

El espacio, ambientado con el estilo de un negocio de “ramos generales”, está repleto de cosas y es difícil poner atención en algo en particular. «El 60% son donaciones y canjes, el resto lo compré», comenta.

Cada objeto tiene una historia propia y otra que explica cómo llegó hasta las manos de Leonardo, quien brinda los detalles de ambas con entusiasmo y gusto evidentes.

La emoción lo invade al momento de recordar momentos vividos con personas que conoció gracias a su pasión, y cuando piensa en el futuro del museo: «Tanto esfuerzo y que después se terminen vendiendo o regalando, eso no quiero, pero es incierto el futuro de todas estas cosas».

El museo fue visitado varias veces por alumnos de escuelas. Además, Leonardo colaboró con más de 40 muestras realizadas en Sunchales y zona.

Su nuevo proyecto es el sector dedicado a las herramientas de campo y oficios. «Es infinito esto, querés tener todo, a veces se puede y otras no. Se hace a pulmón y con ayuda de la gente», cuenta.

Al hablar de sus deseos, Leonardo declara: «Mi sueño es poder ordenar y organizar todos los elementos que poseo, que se puedan localizar fácilmente. Y también poder depositar en alguien de mi familia el resguardo y la continuación del museo.» Ojalá se cumpla lo que desea, él se lo merece y nuestra historia lo necesita.


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