Santiago Manera nació en Barge, Italia, en 1879. En 1880 llegó a la Argentina con su familia y se instalaron en Hugentobler. Se mudó a Sunchales y en 1903 se casó con Ana María Alberga. Tuvieron cinco hijos: Florentina, Teresa, Aquilino, Américo y Elida.
El negocio familiar de ramos generales «Casa Santiago Manera» surgió en 1904 y fue uno de los primeros de la ciudad. «Era inmenso y había de todo: comestibles, insumos para el agro, ferretería, ropa de trabajo. En una época vendieron nafta y autos. Tenía un sótano de tierra donde se guardaban enormes hormas de queso».
Viviana posee una memoria lúcida y recuerda detalles de la vida de ese tiempo, muy distinta a la actual: «Mi abuelo fue muy solidario. Lo que vendían lo anotaban en una libreta y se pagaba cuando se cosechaba. Cuando los colonos no podían pagar porque la cosecha había fracasado, don Santiago los esperaba hasta la próxima cosecha sin cobrarles intereses».
En 1946 falleció Santiago y quedó como encargado del comercio su hijo Américo, que se había casado en 1932 con Esther Ramello y con quien tuvo dos hijos: Alberto y Viviana.
En la esquina del negocio había mucho movimiento: “Enfrente estaba la tienda «El simpático» de los Faust, el bar de Panero y el de Bonaudi. Venía la gente con los sulkys y los ataban afuera de los negocios. Los parroquianos de la mañana tomaban ajenjo”.
En 1967 “Casa Manera” cerró sus puertas. “Tenía 20 empleados y ya no se podía mantener. La forma de vida había cambiado y aparecieron otros negocios. Además mi papá ya estaba cansado”. Américo se dedicó a trabajar en el campo y falleció en 1984.
Viviana fue docente durante 32 años y participó activamente en instituciones de bien público. “Mi abuelo y mi papá fueron muy solidarios. Yo soy como ellos, pienso que es algo genético. Nos hemos criado así, escuchando que había que ayudar a quien lo necesitaba. Si hay una persona que necesita algo, yo hago de todo para ayudarla, aunque no la conozca, siempre lo hice y lo sigo haciendo».
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